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Mostrando entradas de abril, 2013

El Estado y sus artistas o Stalin y el himno soviético

La relación entre el Estado y sus artistas siempre ha sido estrecha. Uno de los ejemplos más paradigmáticos es Shostakovich y la Unión Soviética. Como nos cuenta Krzystof Meyer, por los años 40 Shostakovich fue obligado a tomar parte en el concurso de composición de un nuevo himno nacional de la Unión Soviética. En ese concurso participaron 40 escritores y 165 compositores. Un día, mientras el tribunal escuchaba algunas de las propuestas, Stalin ordenó que dos de los más reputados compositores soviéticos, el propio Shostakovich y Aram Jachaturiam, compusiesen juntos un himno. Poco importa como se las ingeniaron para llevar a cabo el proyecto ordenado por Stalin. El caso es que finalmente cinco propuestas llegaron a la final, entre ellas estaba la conjunta entre Shostakovich y Jachaturiam. Y esa es la que gustaba a Stalin, aunque pensaba que debían hacerse algunas correcciones. ¿Les basta con tres meses?- les preguntó Stalin a los dos, a lo que Shostakovich respondió: ¡con sólo cinco d

A vueltas con la izquierda, y con la derecha

Ya nos advertía el maestro García Calvo sobre la casta de los intelektuales . "A vueltas con la izquierda, y con la derecha" podría titularse el sainete que se nos representa todos los días en cualquiera de los medios de comunicación de masas, tanto de uno u otro bando. Si cambian los actores, eso no nos debe preocupar, el guión es el mismo. Según uno de esos intelektuales , en España la derecha ganó la guerra, pero la izquierda escribió la historia. Esto ha traído cola, sobre todo en esos lugares de esparcimiento como son los "inserte usted su comentario". Ciertamente, al intelektual hay que darle la razón, pero para ello es necesario leer su propio comentario sobre el asunto. Él, en su juventud, pertenecía a una izquierda limpia y alfabetizada, esa que luchaba contra el franquismo de forma elegante. Y esa izquierda es la que escribió la historia, y sigue escribiéndola. Esa izquierda plural y democrática, plural porque aquí puedes decir todo lo que te venga e

A propósito de la Sinfonía nº 3 de Shostakovich

El año pasado por estas fechas decía Albert Plá en el programa de radio 3 Carne cruda (puedes oirlo a partir del minuto 54:00 del audio, no tiene desperdicio) que igual un día vamos a ir a una manifestación, y luego chocaremos contra otra, y luego habrá otra, y nos vamos a quedar atrapados dentro de la manifestación. Va a venir una carga policial y te vas a escapar, pero vas a ir a otra manifestación que protestan contra el aborto, ¡ups, que me he equivocado!, y te vas a ir a otra que son nacionalistas, y así nunca podrás salir de la manifestación. Vamos a quedar atrapados de manifestación en manifestación. El mundo es una gran manifestación. Puedes dar la vuelta al mundo de manifestación en manifestación. Antes se podía hacer Europa de árbol en árbol. Ahora de manifestación en manifestación... -nótese, tras la escucha del audio, que el entrevistador amenaza al entrevistado con ponerse serio ante la negativa de dar una opinión positiva, o negativa, sobre el tema de las manifestacion

¿También la estética?

Hace ya unos años una curiosa noticia abonaba las tertulias con mi compañero y amigo Juan Manuel Espinosa Wilhelmi. Un espectador se fue directamente al cuartelillo a denunciar a un músico de jazz, Larry Ochs, porque a su entender no estaba tocando jazz . Pero la cosa no quedó ahí. El mundo del jazz aprovechó el momento para, como en toda buena familia, meter un poco de cizaña. Wynton Marsalis quería recompensar al denunciante , y éste, como no podía ser menos, cobrar la recompensa . (Quien se atreva a escuchar a Larry y sus compañeros...) Esta historia no es nueva. Se podrían contar innumerables chascarrillos, de aquí, de allá, que con más o menos gracia nos plantean la pregunta: ¿esto es arte? Pájaro en el espacio de Brancusi Quizás el ejemplo más sobresaliente de este tipo de historias pueda ser el prolongado juicio (1925-1928) a cuenta del Pájaro en el espacio de Brancusi. La citada obra fue retenida en la aduana de Nueva York por un celoso funcionario: ¿Esto es

¿Lucha de clases?

Hablaba, de manera breve, de como el patriarcado ha sabido adaptarse a los tiempos modernos. El patriarca, el poder, ha sabido realizar las "reformas estructurales" para mantener la misma estructura de poder, la misma distinción de clases. ¿Seguimos con lo mismo, con la lucha de clases? ¿Pero eso no es retórica de comunista? Quizás debamos hablar de desplazamiento. La lucha de clases, como síntoma de la propia edad moderna, cambia de coordenadas y se manifiesta en la particular lucha entre la postmoderna derecha e izquierda. Unos representan los valores tradicionales, el respeto a la ley, honestos trabajadores con una moralidad intachable, y otros, más liberales, representan los nuevos valores, como la defensa del aborto y el matrimonio homosexual, la actitud crítica hacia las leyes, un poco holgazanes en el trabajo, ya que están más pendientes de sus derechos que de sus deberes, en definitiva, con una moralidad un tanto dudosa. En definitiva, la izquierda y la derecha, es

La mentira de lo público, la mentira de lo privado

Una de las estrategia del poder, del Capital me refiero, es el mantenernos entretenidos con discusiones supuestamente importantes, decisivas. La elección entre lo público y lo privado reviste este tipo de solemnidad. Para eso están los partidos, sus banderas y su aparato propagandístico. Pero hoy quizás sea difícil obviar que cada uno va a lo suyo, vamos que es lo mismo que servir a los poderosos. ¿Cuántos se han enriquecido con lo público? ¿No se van a enriquecer ahora con lo privado? Pero pensemos en esos términos en cuestión, ¿qué esconden en la actualidad? Como no es de extrañar, el Capital ha conseguido cambiar las coordenadas de estos dos términos que en los orígenes del pensamiento filosófico remitían a lugares concretos de la vida política del ciudadano, lo público en la plaza y lo privado en la casa. Lugares, que no estrategias de economía aplicada.  Hoy en día, aunque se mantiene ese sentido, lo encontramos en expresiones como “necesito hacer públicas mi investigaciones”