La obra de arte en Lukács se presenta como una totalidad intensiva. Con esto entendemos que en la obra de arte se expresa el mundo interior del artista y el exterior. Digamos que la obra de arte aparece como un microcosmos frente al macrocosmos de la totalidad de la realidad. En este sentido, el macrocosmos, esta totalidad que nos puede resultar inabarcable debido a nuestra limitación sensorial, sólo puede ser captada o comprendida gracias a esa apertura del microcosmos. La base de esta concepción de la obra de arte está en la teoría del reflejo que el mismo Lukács desarrolla a partir de las ideas del materialismo filosófico que Karl Marx esbozó en sus escritos. El materielismo filosófico considera como un hecho indiscutible la unidad material del mundo. Encontramos, pues, un intento de superar ese dualismo de la tradición filosófica entre mente y cuerpo, entre consciencia y materia. Es por ello, que bajo esta unidad material, todo hecho, incluso el artístico, remite a unos fenómeno...
Y mi amor fue tomando forma, igual que una sonrisa tímida.