El individuo moderno… y lo público –o lo social- moderno. Entramos en la era del capitalismo, y con él, se producirán ciertos cambios en la concepción tecno-científica del mundo que afectarán, inevitablemente, a la concepción política del mismo. En primer lugar, como nos descubre Duque, con Copérnico y Kepler se derrumba para siempre la concepción geocéntrica del universo y, con ella, las coordenadas político religiosas de un "arriba" (el cielo) y un "abajo" (el negro seno de la tierra, el infierno cristiano) absolutos [1] . Esto supone que ya no hay espacios sagrados y que todo queda libre para ser conquistado, para ser profanado. En segundo lugar, Descartes reduce la diversidad de lo ente mundano a pura continuidad extensa [2] , lo que significa no ya la ruptura del límite entre lo sagrado y lo profano, sino que ahora todo queda a disposición del hombre para ser manipulado, para ser usado. Y en tercer lugar, ni que decir tiene que, como resultado de lo ante...
Y mi amor fue tomando forma, igual que una sonrisa tímida.