Todo creador se enfrenta a las limitaciones formales de su arte. En su intento por expresar o sacar a la luz sus ideas se topa con la dificultad, o imposibilidad, de adaptarlas a los moldes formales heredados. Es obvio que, ante esa aporía , el compositor, y hablamos ya de música, piense en empezar de nuevo, hacer tabula rasa de todo el formalismo que había aprendido de joven por considerarlo como mero obstáculo para la expresión de su arte. Creemos entender que la tabula rasa no es más que el material en bruto. No valen ya las formas predeterminadas. En este punto, la pregunta que se nos plantea es el de cuan bruto es el material en bruto. El lenguaje suele jugar malas pasadas. Cuando hablamos de "la forma" incitamos a interpretar que nos referimos a algo completo, esférico, puro, estructuralmente acabado, además de acentuar el carácter inmutable, eterno, de las cosas. Es preciso referir "la forma" a una red de objetividades más o menos interconectadas. En...
Y mi amor fue tomando forma, igual que una sonrisa tímida.