APUNTES SOBRE EL PANORAMA MUSICAL DE ALREDEDOR “ No fue el tirano el que hizo al esclavo, sino a la inversa, (…) porque la esencia del hombre es la pereza, y, con ella, el horror a la responsabilidad”. Unamuno, Miguel (de), La agonía del cristianismo , Madrid: Alianza editorial, 1992. p. 37. Desde el punto de vista ontológico, la pereza no se resume a una falta de ganas de trabajar en algo en concreto (no me apetece levantarme e ir a coger la aceituna). Es preciso situarla en referencia a la necesidad ontológica del hombre, necesidad de seguridad, de resguardarse del peligro, de no exhibirse ante los posibles depredadores, por eso Unamuno habla de “esencia del hombre”. Así, desde este punto de vista, la pereza no significa ser flojo para este trabajo o esta tarea, sino al querer estar todo el tiempo resguardado, situado en la seguridad de la ley. En este sentido, el sujeto perezoso hace un uso inapropiado de esa seguridad que le brinda la ley, un uso particular, lo que ve...
Y mi amor fue tomando forma, igual que una sonrisa tímida.