Quizás unos de los ejemplos que plasman de una manera realista lo que hemos trabajado en torno a la novela El Proceso y la película El Ángel Exterminador sea el de El Jugador . El jugador de ruleta muestra una fe ciega en la ley objetiva, implacable y descarnada del juego a la hora de enfrentarse a sus problemas, a sus cuestiones vitales y personales. Por otro lado, el atractivo de la ley es precisamente ese, como fuerza objetiva, desubjetivizada, siempre abriga en el sujeto la esperanza (tengo la corazonada- diría el jugador) de que la ley, las reglas del juego, siempre pueden ser dominadas a su favor. Pero eso es siempre una proyección que realiza el sujeto. El sujeto subjetiviza la ley, la hace suya, pero la llena de sus propios contenidos a través de su subjetividad, y si éste sujeto no asume el problema que le atenaza, la ley lo único que hace es reflejar esa imposibilidad, pero ya de una manera objetiva, implacable y mortal. Otro aspecto importante que ...
Y mi amor fue tomando forma, igual que una sonrisa tímida.