Ir al contenido principal

En torno a... "Filosofía de la nueva música" de Th. W. Adorno... 1


1. Introducción

Hay juicios que por su grosera verdad comprometen a quien los formula.

Doctor Faustus


Hablábamos en una anterior entrada sobre la dialéctica. Decíamos, utilizando la terminología de Lupasco, que la verdad es una contradicción, es decir, que todo momento de actualización está sustentado sobre la potenciación de su contrario. Es así que, para Adorno, y en relación al radicalismo de la música vanguardista, la nivelación más salvaje que se lleva a cabo con la música comercial se sustenta gracias a su momento negativo, la heterogeneización de la sociedad, o sea, la exacerbación de la contradicción entre clases. La nueva música que surge en el siglo XX se sitúa, en el seno de la sociedad, ante lo que podríamos llamar la máxima tensión, o alejamiento, entre las dos fuerzas dialécticas, los dos polos de todo movimiento dialéctico, la heterogeneización -la libertad creadora, el imperio de lo disposicional- y la homogeneización -la necesidad de seguir unas reglas, o sea, lo repertorial. Y esto tiene consecuencias decisivas: “desde el momento en que la única pauta del proceso compositivo es la propia forma de cada obra, no exigencias generales tácitamente aceptadas, deja de poderse aprender de una vez por todas qué es música buena o mala”1.

Con todo esto, como afirma Adorno, “la dialéctica hegeliana del amo y el esclavo llega por fin al señor supremo, al espíritu que domina la naturaleza”2. De esto ya hablé en otro lugar señalando, en relación al capitalismo actual, que el amo clásico había pasado a convertirse en el amo todopoderoso. Este acontecimiento se puede rastrear examinando con detenimiento la relación entre el artista y el mecenas. Para Adorno, “el mecenas y el artista, que por lo demás siempre mantuvieron relaciones precarias, hoy son aún más extraños entre sí que en la era absolutista”3. El mecenas encarga la obra no como expresión del poder que le viene dado por Dios, sino como una “obligación cultural”. El mecenas de hoy en día le dice al artista en su cara: a mí me interesa “un carajo” lo que hagas, eres libre de hacer lo que te venga en gana, todo esto que hago es por ti, compro y vendo arte para que tú puedas sobrevivir... “¡pringao!”.

El problema para Adorno es que “la historia del nuevo movimiento musical ya no tolera la yuxtaposición plena de sentido de contrarios”4. La gran música se encuentra como en un callejón sin salida, situada, recogida, en ese movimiento dialéctico de la propia sociedad. Y su respuesta ante esa crisis dialéctica de la que nos hemos referido es y debe ser, como no puede ser de otra manera, dialéctica. Por una lado, pues, nos encontramos con el polo que tiende a la heterogeneidad (a lo repertorial), el representado por Stravinsky, y por otro, el polo que tiende a la homogeneidad (a lo disposicional), el representado por Schönberg.

Este será el punto de partida de Adorno, punto de partida en el que los dos autores no representan sendas vías abiertas gracias a las cuales la “música culta” vio colmada su necesidad de evolución, sino que representan los ejes tensionales donde la música culta va a progresar en el contexto del nuevo capitalismo cultural, es decir, lo que yo vengo en llamar, los nuevos paisajes dominados por los circuitos de alta y baja cultura. Quiero decir, que la cuestión en juego, para Adorno, no es la de elegir entre Schönberg o Stravinsky, sino en qué medida las obras de los dos autores individualizan las condiciones objetivas del movimiento dialéctico de la música en su concreto contexto social.

1Adorno, Th. W., Filosofía de la nueva música, Madrid: Akal, 2003. Pág. 17.
2Ibíd. Pág. 27.
3Ibíd. Pág. 29.
4Ibíd. Pág. 15.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Teoría Estética de Adorno

En las reflexiones sobre estética de Theodor Wiesengrund Adorno la música ocupa un lugar fundamental. En cierto modo, y utilizando terminología hegeliana, su vida fue una continua disputa dialéctica entre las dos disciplinas que trabajó y dominó, la filosofía y la música, y a las que en ningún momento renunció a lo largo de toda su vida. Es así como en su pensamiento encontramos numerosas y valiosas reflexiones sobre la música que nos hacen suponer que ésta se halla en el centro de sus pensamientos y sobre cuya estructura parece haber elaborado su teoría estética general. En concreto, en atención a la música, escribió numerosos ensayos que culminaron en su síntesis teórica: Teoría Estética 1 , publicada incompleta y póstumamente en 1970. La Teoría Estética es una reflexión sobre la propia estética como disciplina y en la que Adorno se plantea la posibilidad de salvarla de la precaria situación en la que se encuentra en una época concreta, la de las vanguardias históricas, los mass-medi

La idea de la cultura de Terry Eagleton

En la actualidad, el sentido de cultura post-moderna está muy unido a las políticas de identidad que se están desarrollando en los últimos tiempos, sobre todo por parte de la izquierda. Así, cuando hablamos de las diferentes culturas lo primero que nos asalta son los diferentes movimientos étnicos, sexuales, en definitiva, los movimientos que concuerdan con las minorías sociales de nuestra sociedad avanzada occidental. Eagleton, en su La Idea de la Cultura, trata de sacar a la luz las numerosas aporías y contradicciones que nos asaltan en la vida real en relación a esta política de identidad tan de moda. El eje central de la obra es el de elaborar un concepto de Cultura lo suficientemente universal sin que por ello disipe o anule las diferentes particularidades de cada individuo, o sea, sus identidades. Pero, ¿cómo entiende la cultura la post-modernidad? Según Eagleton el concepto que maneja el pensamiento post-moderno es un concepto local y bastante limitado. No habla de una cultura

Apuntes sobre Bruno y el universo infinito... 0

PRELUDIO El universo de Copérnico era esférico y no menos finito que el de Ptolomeo y el de Tycho. Pero era inmensamente más grande, y sólo por esta razón invitaba a una renovación de las especulaciones sobre la infinitud cósmica. [1] Modelo del universo copernicano Sin duda, las innovaciones de Copérnico (1473-1543) trajeron una serie de consecuencias que ni él mismo pudo predecir.   Una de ellas, que venía de la mano de no considerar a la tierra como centro del universo, fue la de tener que alejar considerablemente la esfera de las estrellas fijas. Aunque el universo de Copérnico seguía siendo finito, no había duda que había sufrido una considerable expansión: el universo de Copérnico era por lo menos 2000 veces mayor que el medieval. Pero, si bien es importante este crecimiento de universo, más aún es que, como dice Koyré, Copérnico eliminó una de las objeciones científicas más valiosas en contra de la infinitud del Universo, como es la que se basa en el hecho empírico y