Ir al contenido principal

Prolegómenos para una lucha de clases... 3: La Aristocracia (a)


Consideramos oportuno, ya que el Papa Francisco quiere recuperar la bandera de los pobres para la Iglesia cristiana, también nosotros, desde la perspectiva de la lucha de clases, hacernos con el poder de la bandera de la aristocracia. Así, aseguramos que la lucha de clases, lejos de ser un movimiento nivelador, homogeneizador, representa su contrario, es jerárquico y heterogeneizador. Es una lucha que tiende a la vida, a la supervivencia, a la creación de nuevas posibilidades, en definitiva, de pluralidad creativa. Así lo pensaba Nietzsche, a pesar de su ambivalencia, razón por la cual resistió muy poco al movimiento de apropiación de las fuerzas reaccionarias. Para él, el movimiento vital es aristocrático, heterogéneo, mientras que la entrega a la muerte es plebeya, homogénea -“polvo eres y en polvo te convertirás” (GEN 3:19):
La casta aritocrática ha sido siempre en comienzo la casta de los bárbaros: su preponderancia no residía en su fuerza física, sino en la psíquica -eran hombres más enteros (lo cual significa también, en todos los niveles, “bestias más enteras”)1.

Sí, hay dos instintos, uno vital, aristocrático, heterogeneizador, y otro plebeyo, que tiende a la muerte, homogeneizador. Pero, ¿qué camino tomar? Sin duda Nietzsche, después del largo viaje que tuvo que hacer -no fue fácil atacar de frente al pensamiento metafísico occidental-, una vez en la puerta, ante la mirada atónita del portero, se quedó sin palabras. No tardaron otros más avispados, los nacionalistas y los neoliberales, en seguir los caminos abiertos por él, caminos contrarios, pero que llegan al mismo sitio, la nada, porque tanto vale el que todo sea “igual y quieto” que el que todo sea “distinto y caótico”.

Pero nosotros nos preguntamos, junto con Lupasco, ¿es posible considerar que entre esos polos existe una zona intermedia, otro estado, que elabora y organiza el movimiento mismo de polo a polo, es decir, el movimiento homogéneo y el movimiento heterogéneo, de modo que todo movimiento hacia un polo nunca se actualice lo suficiente, o sea, que esos movimientos se mantengan en una especie de “coexistencia inhibidora”? A ese estado le llamaríamos, junto a Lupasco, como “estado psíquico”. La fuerza psíquica de la que habla Nietzsche no sería más que esa fuerza capaz de regular los flujos de fuerzas contrarios y sus tendencias caóticas y niveladoras. 
 
1Nietzsche, Friedrich, Más allá del bien y del mal, Madrid: Alianza editorial, 1972. Pág. 220.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Teoría Estética de Adorno

En las reflexiones sobre estética de Theodor Wiesengrund Adorno la música ocupa un lugar fundamental. En cierto modo, y utilizando terminología hegeliana, su vida fue una continua disputa dialéctica entre las dos disciplinas que trabajó y dominó, la filosofía y la música, y a las que en ningún momento renunció a lo largo de toda su vida. Es así como en su pensamiento encontramos numerosas y valiosas reflexiones sobre la música que nos hacen suponer que ésta se halla en el centro de sus pensamientos y sobre cuya estructura parece haber elaborado su teoría estética general. En concreto, en atención a la música, escribió numerosos ensayos que culminaron en su síntesis teórica: Teoría Estética 1 , publicada incompleta y póstumamente en 1970. La Teoría Estética es una reflexión sobre la propia estética como disciplina y en la que Adorno se plantea la posibilidad de salvarla de la precaria situación en la que se encuentra en una época concreta, la de las vanguardias históricas, los mass-medi

La idea de la cultura de Terry Eagleton

En la actualidad, el sentido de cultura post-moderna está muy unido a las políticas de identidad que se están desarrollando en los últimos tiempos, sobre todo por parte de la izquierda. Así, cuando hablamos de las diferentes culturas lo primero que nos asalta son los diferentes movimientos étnicos, sexuales, en definitiva, los movimientos que concuerdan con las minorías sociales de nuestra sociedad avanzada occidental. Eagleton, en su La Idea de la Cultura, trata de sacar a la luz las numerosas aporías y contradicciones que nos asaltan en la vida real en relación a esta política de identidad tan de moda. El eje central de la obra es el de elaborar un concepto de Cultura lo suficientemente universal sin que por ello disipe o anule las diferentes particularidades de cada individuo, o sea, sus identidades. Pero, ¿cómo entiende la cultura la post-modernidad? Según Eagleton el concepto que maneja el pensamiento post-moderno es un concepto local y bastante limitado. No habla de una cultura

Apuntes sobre Bruno y el universo infinito... 0

PRELUDIO El universo de Copérnico era esférico y no menos finito que el de Ptolomeo y el de Tycho. Pero era inmensamente más grande, y sólo por esta razón invitaba a una renovación de las especulaciones sobre la infinitud cósmica. [1] Modelo del universo copernicano Sin duda, las innovaciones de Copérnico (1473-1543) trajeron una serie de consecuencias que ni él mismo pudo predecir.   Una de ellas, que venía de la mano de no considerar a la tierra como centro del universo, fue la de tener que alejar considerablemente la esfera de las estrellas fijas. Aunque el universo de Copérnico seguía siendo finito, no había duda que había sufrido una considerable expansión: el universo de Copérnico era por lo menos 2000 veces mayor que el medieval. Pero, si bien es importante este crecimiento de universo, más aún es que, como dice Koyré, Copérnico eliminó una de las objeciones científicas más valiosas en contra de la infinitud del Universo, como es la que se basa en el hecho empírico y